El Autoconcepto Académico y su Vínculo con el Estado Socioemocional en Estudiantes de Educación Primaria

Flor Judith Rodríguez Ortíz

florjudith30@gmail.com

Resumen

Este estudio se realizó con el objetivo reconocer la manera en la que el autoconcepto académico se relaciona con el estado socioemocional de los estudiantes de educación primaria. Adoptando un enfoque cualitativo, se implementó el método de estudio de casos, utilizando la técnica de la narrativa para recopilar datos de los participantes y explorar las percepciones subjetivas de los mismos en relación con estos dos conceptos. Los involucrados fueron 10 estudiantes de cuarto grado de educación primaria de la ciudad de Durango (Dgo., México).

Los principales hallazgos de la investigación revelan un vínculo importante con algunos factores familiares: interacción padre-hijo, estilos de crianza, problemas específicos, expectativas parentales y falta de apoyo; así como con el ambiente del propio entorno educativo: las percepciones del clima escolar, la interacción entre compañeros, la relación con el docente, entre otros. Y cómo estos dos contextos inciden emocionalmente en los estudiantes por acciones como castigos, regaños, comparaciones y exclusión, ocasionando de esta manera afectaciones en el desarrollo de la autoestima, motivación y bienestar socioemocional de los niños.

Palabras clave: autoconcepto académico, estado socioemocional, educación primaria, contexto familiar, contexto escolar

Introducción

A continuación, se exploran cuatro antecedentes que incluyen los términos de autoconcepto académico y factores socioemocionales. Estos servirán como punto de partida para sentar las bases del estudio actual; las investigaciones se encuentran dentro de un periodo comprendido de entre el año 2020 al 2024.

El primer estudio es el realizado por Martínez et al. (2020), titulado “Relación entre aspectos neuropsicológicos cognitivos y socioemocionales en alumnos de educación primaria”, el cual analiza la relación entre diferentes aspectos neuropsicológicos y educativos como el rendimiento académico, las competencias, la comprensión lectora, la empatía, la creatividad y el autoconcepto.

La metodología utilizada fue la cuantitativa y participaron 82 estudiantes de tercero de educación primaria de un colegio concertado de Ávila (España). Como instrumentos se utilizaron escalas y cuestionarios. En los resultados se encontraron relaciones entre el rendimiento, las competencias y la comprensión lectora; entre la calificación de la asignatura de matemáticas, el nivel de empatía cognitiva y el autoconcepto y; entre la creatividad, la competencia matemática y la comprensión lectora crítica.

La siguiente investigación es la tesis “Factores socioemocionales predictores del desempeño académico en estudiantes en una institución secundaria de Cutervo, 2022” (Díaz y Monteza, 2022), la cual tuvo el objetivo de determinar si los factores socioemocionales (autoconcepto académico, convivencia escolar, competencia emocional) predicen el desempeño académico.

Fue un estudio cuantitativo, realizado con 208 estudiantes de primero a quinto de educación secundaria de un colegio de Cutervo (Cajamarca, Perú); dos de los instrumentos de recolección de datos fueron la “Escala de autoconcepto académico (EAA)” de Schmidt y el “Cuestionario de habilidades y competencias emocionales (ESCQ-21)” de Takšić. Los resultados mostraron que la competencia emocional se relaciona con el desempeño académico (en Comunicación y Matemáticas) y; el autoconcepto académico y la convivencia escolar se relacionan con el desempeño en Matemáticas.

Trigoso (2022) realizó una investigación cuantitativa denominada “Autoconcepto personal y aprendizaje socioemocional en estudiantes de la Institución Educativa “Virgen Dolorosa”, Banda de Shilcayo–2022”, la cual tuvo como objetivo general establecer la relación entre el autoconcepto personal y aprendizaje socioemocional en estudiantes peruanos de secundaria.

En su tesis concluye que los estudiantes no tienen un buen autoconcepto sobre ellos mismos, pues la imagen que caracterizan en su mente no es la mejor ni la adecuada, situación que podría influir en su vida personal. En cuanto al nivel del aprendizaje socioemocional, los alumnos evidencian que presentan dificultades respecto al desarrollo cognitivo socioemocional.

El último estudio, a diferencia de los anteriores, tiene un enfoque cualitativo y se titula “Autoconcepto académico y desempeño escolar: representaciones infantiles del ser y el hacer en preescolar en Zacatecas, México” (Zabala y Magallanes, 2023), este buscó analizar las representaciones que el alumnado de un grupo de preescolar hizo de sí mismo en torno a su desempeño académico.

Las técnicas utilizadas fueron la observación y encuestas aplicadas con base en la Escala de Percepción del Autoconcepto Infantil (EPAI) y la Escala Gráfica de Competencia Percibida y Aceptación Social para Niños y Niñas en Edades Tempranas (PSCA).

Los resultados indicaron que un 44.44% de los infantes tenían una imagen negativa de sí mismos, el 48.15% era media y solo el 7.41% poseía una percepción alta de su persona; en cuanto al autoconcepto académico, se observó que el 96.30% de la muestra se percibía como estudiantes con interés de asistir a la escuela, de atender las indicaciones, de participar en lo que se hacía dentro de la clase y de culminar todas las tareas.

A pesar de contar con esta literatura previa, la realización de una investigación adicional es necesaria por diversas razones, una de ellas es la predominancia de estudios cuantitativos en los antecedentes, pues destaca la oportunidad de complementar la comprensión del fenómeno mediante un enfoque cualitativo, permitiendo explorar en profundidad los significados de los conceptos y proporcionar una perspectiva más holística.

El autoconcepto es una construcción personal que le permite a los individuos tener un grado de control sobre sus pensamientos, emociones y acciones; lo que facilita el aprendizaje a partir de las interacciones con los demás, la obtención de alternativas estratégicas para regular la conducta y, la participación en la autorreflexión. También posibilita la percepción y comprensión de las propias competencias en las relaciones interpersonales y emocionales, permitiendo su modificación en diversos contextos de la actividad humana (Pabago, 2021).

El autoconcepto puede considerarse como un conjunto de autoconocimientos o referencias que un individuo tiene de sí mismo; un cúmulo de características, atributos, capacidades, limitaciones, cualidades, carencias, valores y relaciones que el sujeto identifica como descriptivos de sí mismo y percibe como parte de su identidad personal (Illanes, 2021). Hay 5 dimensiones del autoconcepto, según García y Musitu (2014): (a) Autoconcepto académico/laboral, (b) Autoconcepto social, (c) Autoconcepto emocional, (d) Autoconcepto familiar y (e) Autoconcepto físico.

Hablando específicamente del Autoconcepto Académico (AA), estos mismos autores lo definen como la percepción que tiene el individuo sobre la calidad del desempeño de su rol como estudiante o como trabajador, por tanto, esta dimensión se refiere a dos escenarios: el académico y el laboral, pues los dos son contextos de trabajo. La dimensión hace referencia a dos ejes: (1) El sentimiento que el estudiante o el trabajador tiene del desempeño de su rol a partir de sus profesores o superiores y (2) Cualidades específicas valoradas especialmente en ese contexto (inteligente, estima, buen trabajador).

Coincidiendo con Illanes (2021) quien define al AA como “las múltiples percepciones que el sujeto tiene de la calidad de su desempeño personal, en si de su rol, como estudiante” (p. 49). Entonces, el AA es la percepción y evaluación que una persona tiene sobre sus habilidades y competencias el ámbito académico, es la imagen que una persona construye de sí misma en relación con su desempeño en el entorno educativo o laboral.

Aspectos Socioemocionales. Se entiende como aprendizaje socioemocional al proceso en el que se desarrollan competencias sociales y emocionales básicas como la habilidad para identificar y controlar emociones, desarrollar el cuidado y la preocupación por los demás, la toma responsable de decisiones, la capacidad de establecer relaciones positivas y de enfrentar conflictos de manera efectiva (Berger et al. 2009).

La educación socioemocional “es un proceso formativo integral y holístico, que contribuye al bienestar de las personas” (Bolaños, 2020, p. 397), esta ayuda al desarrollo de habilidades para regular emociones, a potenciar en el estudiante la capacidad de aplicar la razón en el conocimiento de sí mismo y de sus emociones, además de beneficiar la autorregulación y la toma de decisiones exitosas (Bolaños, 2020).

Las habilidades socioemocionales son un conjunto de capacidades que permiten a las personas interactuar efectivamente con los demás, tener autocontrol emocional, así como comprender las emociones de los demás. Estas habilidades, según Aranda y Caldera (2018) incluyen el autoconocimiento, la resolución de problemas, la colaboración y la comunicación.

El bienestar socioemocional se refiere al estado general de salud emocional y social de una persona, implica la capacidad de identificar, comprender y gestionar las propias emociones, así como de establecer y mantener relaciones e interacciones saludables con los demás; la situación socioemocional es el conjunto de circunstancias y condiciones que afectan el estado emocional y social de una persona en un momento determinado.

En el contexto educativo se observa que los estudiantes frecuentemente se comparan con sus compañeros y expresan una constante necesidad de aprobación por parte tanto de sus profesores como de sus mismos compañeros, esta conducta está acompañada por una percepción irreal de su propio desempeño académico. Aunado a esto, se expresa por parte de los alumnos, una dificultad para identificar, regular y gestionar sus propias emociones, así como de generar vínculos sociales positivos con los demás compañeros; todo esto reflejado en conflictos, en convivencia poco pacífica entre el estudiantado, dificultad para crear lazos de amistad, complejidad al momento de externar sentimientos y emociones, entre otros aspectos.

Es importante priorizar la necesidad de conocer e identificar el por qué de esa autoevaluación desfavorable y de esa constante necesidad de aceptación y comparación, pues estos factores pueden generar un ambiente educativo poco saludable, afectando no solo el aspecto académico, sino también la autoestima y la motivación para aprender.

Un estudiante “autopercibido como competente, valorará el desafío de la tarea y favorecerá sentimientos de autoeficacia y de control sobre su propia conducta, sintiéndose (…) directamente responsable de sus logros y aprendizajes” (Morales, 2017, citado por Vera et al., 2021, p. 380).

Los comportamientos de los estudiantes en el aula y la manera en la que perciben su propio trabajo escolar, sugieren la presencia de una dinámica que podría impactar significativamente en el desarrollo académico y emocional de los mismos. Coincidiendo con Barreto y Álvarez (2017) quienes afirman que “un clima escolar poco favorable para los alumnos dificulta a nivel intrapersonal las habilidades de autorregulación, la competencia emocional y una orientación positiva hacia el futuro” (p. 34).

Por todo lo anteriormente descrito, el objetivo fundamental de esta investigación fue: “Reconocer la manera en la que el autoconcepto académico se relaciona con el estado socioemocional de los estudiantes de educación primaria”, partiendo de la pregunta: ¿De qué manera el autoconcepto académico se relaciona con el estado socioemocional de los estudiantes de educación primaria?

Método

El enfoque metodológico que se utilizó es el cualitativo, esto a fin de explorar en profundidad las percepciones de los participantes en relación con el autoconcepto académico y su vínculo con el estado socioemocional de los mismos. Esta metodología permite comprender las interpretaciones subjetivas de los participantes.

Se empleó el método de estudio de caso para obtener una comprensión detallada y contextualizada del vínculo entre el autoconcepto académico y el estado socioemocional en la educación primaria; se busca examinar de manera integral las interacciones entre los conceptos; el estudio de casos “constituye un método de investigación para el análisis de la realidad social” (Paz, 2003, p. 55).

La técnica que se implementó fue la narrativa como herramienta principal para la recolección de datos. La principal razón para el uso de la narrativa en la investigación educativa es que los seres humanos “somos organismos contadores de historias, organismos que, individual y socialmente, vivimos vidas relatadas (…) tanto los profesores como los alumnos son contadores de historias y también personajes en las historias de los demás y en las suyas propias” (Connelly y Clandinin, 1995 citados por Paz, 2003, p. 10).

Los participantes fueron 10 estudiantes de un grupo de cuarto año de una escuela primaria estatal, de organización completa, ubicada en la zona urbana de la Ciudad de Durango (Dgo., México). La aplicación se realizó de forma grupal a los estudiantes de una sección del cuarto año solicitando a los participantes que escribieran una historia o cuento en la que representaran tanto a un buen como a un mal estudiante, incorporando sus emociones y relaciones sociales; los estudiantes fueron alentados a expresar sus percepciones, sensaciones y vivencias.

Resultados

Tras el análisis de los datos cualitativos (Ver Figura 1), se pudieron identificar algunos patrones, pues se hacen evidentes dos escenarios primordiales en los que se ven envueltos los alumnos, uno de estos es el familiar en donde exponen la relación de los estudiantes con sus progenitores, en función de su desempeño académico.

Por otro lado, se encuentra el contexto escolar, en donde los niños presentan las relaciones con maestros y compañeros atribuyendo las interacciones, sean positivas o negativas, al éxito o fracaso escolar individual; en ambos escenarios se exponen las emociones de los protagonistas de sus historias. En las siguientes secciones se utilizará la “F” para indicar que son “Fragmentos” tomados de las narrativas de los estudiantes.

Figura 1
Esquema de relaciones categóricas
Figure

Percepciones en las relaciones familiares

El contexto familiar puede actuar como un importante facilitador del desarrollo del autoconcepto académico al proporcionar apoyo emocional, establecer expectativas positivas, inculcar valores, ofrecer recursos educativos y brindar apoyo en las tareas escolares, esto en un escenario óptimo, en la contraparte se encuentra un entorno opuesto; coincidiendo con Gentil et al. (2019), quien menciona que “el papel de la familia será fundamental en la construcción del autoconcepto” (p. 343).

Los estudiantes, en varios de sus casos hipotéticos, atribuyeron el fracaso escolar a situaciones familiares complejas, al presentar escenarios como: la pérdida de un familiar o adicciones por parte de uno de los progenitores. Tacca et al. (2020) expresan cómo la dinámica familiar influye en el desarrollo de habilidades, además de presentar la probabilidad de que en un contexto desfavorable los estudiantes presenten diversos problemas psicológicos, conductuales y académicos. (F1) “su mamá esta muerta”, (F2) “su padre era alcolico”, (F3) “tenia una vida difícil”.

Situaciones adversas dentro del entorno familiar de los niños, pueden influir en el autoconcepto académico, ya que los problemas no se quedan en casa, sino que son llevados al contexto escolar, generando en los estudiantes distracción, sentimientos de culpa o incluso venganza, tristeza, duelo, confusión, estrés, aislamiento social, entre otros.

Otro aspecto señalado implícitamente, son estilos de crianza permisivos o autoritarios, esto al expresar que había padres tanto muy “consentidores” y que, además, no inculcaban el hábito del estudio, como progenitores que hacían uso frecuente de regaños y castigos como estrategias de corrección. Vallejo y Mazadiego (2006), mencionan que el estilo autoritario implica poca atención de los padres y uso de castigos, mientras que el estilo permisivo son aquellos padres poco exigentes. (F4) “sus papás la consienten mucho no la ponen a estudiar”, (F5) “sus abuelos que la consentían mucho”, (F6) “no estaban orgullosos de ella”.

Los estilos de crianza pueden influir en el desarrollo del autoconcepto académico y las emociones de los niños al afectar la forma en la que perciben sus habilidades y el nivel de apoyo y orientación que reciben en las tareas escolares. Un estilo de crianza autoritario puede provocar que los niños desarrollen un autoconcepto académico basado en el miedo al fracaso y la búsqueda constante de la aprobación de los padres. Por su parte, uno permisivo puede resultar en un autoconcepto académico poco claro o débil, ya que los niños pueden no recibir la orientación necesaria para desarrollar una percepción precisa de sus habilidades, además de experimentar falta de motivación.

Aunado a esto, los estudiantes manifiestan en sus narraciones que el tener malas notas en la escuela, representa como consecuencia regaños, castigos y comparaciones ya sea con compañeros o incluso con hermanos y, actitudes negativas de padres a hijos y viceversa. Rivera (2020) menciona que los castigos suelen generar baja autoestima e inseguridad y que, las relaciones familiares influyen en el rendimiento escolar de los estudiantes, además de afectar en la motivación y la conducta. (F7) “lo regañaban mucho”, (F8) “sus papas le castigaron todo”, (F10) “era malo con sus papas”, (F9) “sus papas la comparaban con Mia, la comparaban demasiado pero demasiado por las calificaciones”.

Las comparaciones, los regaños y los castigos por parte de los padres pueden tener efectos negativos en el autoconcepto académico de los niños al impactar en su autoestima, motivación y percepción de la justicia. Cuando los padres comparan a un niño con otros alumnos en términos de desempeño académico, pueden generar sentimientos de inferioridad, incompetencia o frustración en el mismo. Los regaños constantes por un bajo rendimiento académico pueden incidir negativamente en el autoconcepto de los estudiantes, haciéndolos sentir incompetentes.

En resumen, la familia desempeña un papel fundamental en la formación del autoconcepto académico y el estado emocional de los estudiantes; las interacciones familiares, los valores inculcados y el ambiente emocional del hogar pueden influir en cómo los estudiantes perciben sus habilidades académicas y manejan sus emociones en el contexto escolar.

El apoyo socioemocional brindado por la familia es indispensable para el desarrollo de un autoconcepto académico positivo pues cuando los padres expresan afecto y confianza en las capacidades de sus hijos, estos tienden a tener un mejor autoconcepto académico, por el contrario, la falta de apoyo puede llevar a tener una percepción irreal sobre las propias habilidades académicas y a una sensación de inseguridad en la escuela.

Las expectativas familiares también tienen un impacto significativo en el autoconcepto académico de los estudiantes, ya que, si son excesivamente altas o la falta de las mismas, pueden generar sentimientos como estrés, tristeza, decepción, ansiedad y depresión en los estudiantes. Aunado a esto, los conflictos familiares y la presencia de problemas como la adicción pueden producir sentimientos negativos en los alumnos, lo que podría afectar la concentración y la motivación en el aula.

Interacción en la escuela

La escuela es un espacio vital para el desarrollo socioemocional y académico de los estudiantes, en este contexto, las emociones desempeñan un papel crucial, ya que los niños experimentan diversos sentimientos a raíz de la interacción tanto escolar como social, desde la alegría por obtener logros académicos o deportivos y hacer amigos, hasta la tristeza por obtener malas notas o sentirse excluido.

En las narraciones de los estudiantes se pudo observar una similitud entre los docentes y los padres de familia en cuanto a la manera de reaccionar ante una mala nota o un desempeño académico deficiente, ya que se expresa por medio de sus historias, que los maestros utilizan como recurso, el regaño. Coincidiendo con Lodoño et al. (2021) quien menciona que el profesor en la búsqueda del control de una situación, utiliza los regaños y amenazas frente a las malas notas. (F11) “la maestra la regañaba mucho”, (F12) “los profes lo odiaban”, (F13) “se llevaba mal con la maestra”, (F14) “los maestros lo regañaban mucho”, (F15) “con sus maestros no se lleva tan bien”, (F16) “los maestros de Chae tampoco la adoraban”

Cuando un niño es regañado constantemente en el entorno escolar, puede internalizar estos mensajes y comenzar a autopercibirse como incompetente, incapaz o inadecuado en términos académicos, lo que puede llevar a una disminución en la autoestima y en la confianza hacia sus habilidades para aprender. Aunado a esto, los alumnos pueden comenzar a asociar a la escuela con sentimientos negativos como la ansiedad, el estrés o el temor.

Si ya es compleja la relación alumno-maestro, los estudiantes expresaron también, cómo es la interacción de estos niños con los demás compañeros, mostrando a estos como solitarios, pues es muy difícil que sean elegidos para un equipo, ya que son etiquetados como que “no saben” o que “son lentos”. Coincidiendo con Duque y Manrique (2008) quienes mencionan que “al realizar sus trabajos en grupo son aislados, es decir tienen baja autoestima son muy ansiosos y habitualmente son rechazados por sus compañeros por su bajo rendimiento académico” (p. 33). (F17) “feo por su forma de ser ni siquiera tenía un solo amigo”, (F18) “era excluida de su grupito”, (F19) “es poco sociable”, (F20) “timida y casi no socializaba”, (F21) “le hacían bulling”, (F22) “se sentia mas o menos porque no tenia muchos amigos y no sacaba muy buenas notas”.

Un niño con bajo autoconcepto académico puede experimentar exclusión en situaciones tanto académicas como sociales por parte de sus compañeros de clase debido a múltiples factores; la percepción negativa de sus propias habilidades académicas puede llevarlo a evitar participar activamente en actividades escolares, lo que resulta en una menor contribución al trabajo en equipo, esto puede llevar a que sus compañeros lo vean como menos competente o valioso en el entorno escolar.

Además de reflejarse estas interacciones alumno-alumno y maestro-alumno, estuvieron presentes otros aspectos dentro del ámbito escolar como la indisciplina y el incumplimiento, pues los estudiantes en algunas de sus narrativas, atribuyeron estas características en niños con dificultades académicas. Arens et al. (2015, citado por Cerda et al., 2017) expresan que la indisciplina perturba “el logro de objetivos de aprendizaje y en muchos casos la motivación de los estudiantes” (p. 149). (F23) “se porta mal en la escuela”, (F24) “casi nunca llebava su tarea”, (F25) “es platicon y distraido por eso le va mal”, (F26) “tenia muchos reportes”.

Trigoso (2022) menciona que la imagen negativa “del estudiante que tiene de sí mismo repercute en su comportamiento impetuoso” y además “repercute en el mal comportamiento con sus compañeros” (p. 34). Los estudiantes con bajo autoconcepto académico pueden manifestar comportamientos de indisciplina e incumplimiento, consecuencia de la falta de confianza, misma que puede generar frustración y desmotivación. Muchos de estos niños tienden a recurrir a comportamientos disruptivos como una forma de “llamar la atención” para compensar la falta de apoyo y las dificultades académicas que esto genera.

También, la actitud de los compañeros, docentes y padres de familia frente a ellos, puede generar una percepción negativa de sí mismos como estudiantes, lo que puede influir en su actitud hacia la autoridad y las normas escolares, ya que pueden sentirse menos comprometidos con el cumplimiento de las reglas si no se sienten valorados o competentes en el ambiente escolar.

La percepción que tienen los niños con un bajo nivel académico, respecto a su entorno escolar y el clima que aquí se genera, tampoco suele ser muy favorable, ya que los estudiantes redactaron en sus narrativas cómo a estos niños no les gusta la escuela pues la consideran estresante o aburrida. Mateos (2008) menciona que “una prolongada percepción negativa de la institución educativa por parte del estudiante durante los años de su escolaridad puede influir negativamente en su rendimiento académico” (p. 291). (F27) “no me gusta la escuela”, (F28) “es que me aburre y me estresa”, (F29) “nunca puede concentrarse”, (F30) “a el no le gustaba y se enojo y prefirió no estudiar”.

Una percepción negativa del entorno educativo puede estar relacionada con el autoconcepto académico de un estudiante por la calidad del ambiente y las interacciones con los miembros de la comunidad escolar, esto puede influir en cómo un estudiante percibe sus propias habilidades: si un estudiante experimenta una falta de apoyo, críticas constantes, regaños o comparaciones por parte de los demás, es probable que, como ya se mencionó anteriormente, internalice estos mensajes y desarrolle una baja autoestima.

Estado emocional de los estudiantes

Tanto en el contexto escolar, como en el familiar, los estudiantes expresaron las emociones de sus personajes, de aquellos a los que les iba bien en la escuela, como de los que ellos consideraban que “fracasaban” constantemente en este ámbito, e hicieron más hincapié en los segundos. Se vio reflejado cómo los niños con un bajo desempeño académico, sienten celos, envidia e incluso odio por los demás compañeros que no tienen este “problema” de obtener malas notas; además, es preciso afirmar que la totalidad de los niños expresa cómo las calificaciones son la principal evidencia de que a un estudiante le está yendo mal en la escuela. Ordoñez et al., (2014), afirma que “existe relación entre el funcionamiento emocional del niño/a y los resultados académicos obtenidos, pues los niños con más habilidades emocionales y mejor estado de ánimo obtienen mejores resultados” (p. 230). (F31) “tenia celos”, (F32) “se sentia con envidia”, (F33) “César empezó a odiar a Rafal porque el sacaba 10”.

Asimismo, también se manifestaron otras emociones como el enojo y la ansiedad, pero la que predominó significativamente fue la tristeza. Espín et al. (2022) mencionan que los principales sentimientos negativos son el estrés, la depresión, la tristeza, la frustración y la amargura, los cuales afectan a la salud mental; la mayoría de estos fueron retomados en las narraciones de los estudiantes. (F34) “tenia mucha ansiedad”, (F35) “se sentia muy triste”, (F36) “se sentia mas o menos” (F37) “se enojo y prefirió no estudiar” (F38) “se sentia triste porque le iba mal”.

Cuando los estudiantes experimentan tristeza, ya sea por situaciones personales, problemas familiares o dificultades en la escuela, la emoción puede interferir con su capacidad para concentrarse, aprender y participar activamente en las actividades académicas; también puede disminuir la automotivación, lo que dificulta el compromiso con las tareas escolares y lleva a una disminución en la productividad y el desempeño académico.

Conclusiones

El autoconcepto académico está estrechamente relacionado con el estado socioemocional de los estudiantes de educación primaria, coincidiendo con Zabala y Magallanes (2023) quienes mencionan que “el autoconcepto académico es un constructo individual y complejo inherente a la vida personal, social y emocional del individuo” (p. 52). A través del análisis cualitativo de las narrativas proporcionadas por los estudiantes de cuarto grado de este nivel educativo, se identificaron diversos factores que influyen en esta relación.

En primer lugar, las interacciones familiares desempeñan un papel fundamental en la formación del autoconcepto académico y el estado emocional de los estudiantes. Los estilos de crianza, como el autoritario o permisivo, pueden impactar en la percepción que los niños tienen de sus habilidades académicas y en su motivación. Por ejemplo, un estilo autoritario puede generar miedo al fracaso y búsqueda constante de aprobación, mientras que uno permisivo puede resultar en un autoconcepto débil y falta de motivación.

Las expectativas familiares también son relevantes, ya que estas pueden ser motivo de estrés y presión. Además, los conflictos familiares pueden afectar negativamente el estado emocional de los niños, repercutiendo en su concentración y automotivación en la escuela. Trigoso (2022) menciona que si en el núcleo familiar no se rescatan ni se brindan palabras y afectos que resalten las habilidades del niño, este no sentirá el soporte que favorece el desarrollo de su autoconcepto.

En cuanto al contexto escolar, las interacciones con maestros y compañeros también influyen en el autoconcepto académico y el estado socioemocional de los estudiantes. Por ejemplo, cuando un niño es constantemente regañado, comparado y castigado por un bajo desempeño académico, puede internalizar esos mensajes y sentirse incompetente, lo que afecta su autoestima y la confianza en sus habilidades para aprender.

Todo esto genera una percepción negativa del ambiente escolar, lo que incide en que los alumnos no se sientan cómodos emocionalmente dentro del contexto académico y obteniendo consecuencias como indisciplina, calificaciones bajas, falta de participación, dificultades para socializar, entre otros.

En resumen, el autoconcepto académico y el estado socioemocional de los estudiantes de educación primaria están intrínsecamente vinculados a las interacciones familiares y escolares que experimentan los individuos. El apoyo emocional, las expectativas familiares, la calidad del entorno escolar y las relaciones con maestros y compañeros son factores clave que influyen en cómo los niños autoperciben sus habilidades académicas y manejan sus emociones en el contexto escolar.

Es fundamental brindar un ambiente de apoyo, fomentar expectativas realistas y promover relaciones positivas para favorecer un desarrollo saludable tanto académico como socioemocional en los estudiantes. Trigoso (2022) menciona que altos niveles de autoconcepto favorable se relacionan con la felicidad, favorecen la autoestima y los sentimientos positivos.

Las principales limitaciones de la presente investigación son la cantidad de participantes, pues el estudio se basó en las narrativas de diez niños de cuarto grado, lo que podría restringir la generalización de los resultados a una población más amplia, además, la interpretación de las historias podría verse influenciada por la subjetividad del investigador, lo que podría afectar la validez de los resultados.

Como se pudo observar, fueron muchas las líneas de acción que se abrieron: interacción entre compañeros, percepción del ambiente escolar, relación maestro-alumno, estilos de crianza, problemas familiares, entre otros, por lo que la principal recomendación para futuras investigaciones es focalizar la investigación a una de estas áreas para poder analizarlas con menor superficialidad y desde diversos enfoques.

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Investigación Educativa Duranguense

ISSN: 2007-039X

Universidad Pedagógica de Durango